viernes, 28 de noviembre de 2014

ICONO PANTÓCRATOR 1261

Este Pantocrátor es la figura central del mosaico llamado de la “Deësis” (“Súplica” en griego)  y data probablemente del año 1261. Durante la cuarta Cruzada, a principios del siglo XIII, Constantinopla fue invadida por las tropas de Europa occidental, encabezadas por Venecia, que derrocaron al emperador y pusieron en su lugar a un nuevo monarca que abolió la iglesia ortodoxa de Bizancio e impuso el rito católico romano. La dominación duró 57 años, hasta que se reestableció de nuevo el catolicismo ortodoxo y una nueva estirpe de emperadores. Este mosaico no sólo conmemora el restablecimiento de la fe tradicional bizantina, sino además es considerado como el comienzo de un período de renacimiento en el arte pictórico del imperio. Ubicado en una de las galerías superiores de  Santa Sofía, se considera por muchos el mejor mosaico de esta iglesia. El artista que lo ejecutó, cuyo nombre no conocemos, era un maestro consumado en este arte, ya que logró efectos cromáticos y de profundidad que nunca antes habían podido representarse con esta técnica. Además, es evidente que se vio influenciado por el arte pictórico de los maestros sieneses de ese siglo, lo que se evidencia sobre todo en los difuminados de las formas. El mosaico completo contiene las figuras de la Virgen María y Juan el Bautista, que se muestran en escorzo e imploran la intercesión de Cristo  Pantocrátor en el día del juicio final. Sólo se conserva la parte superior del mosaico, ya que sufrió grandes daños al ser recubierto de estuco después de la ocupación de Constantinopla por los turcos en el siglo XV, y la iglesia de santa Sofía pasó a convertirse en mezquita.
El Pantocrátor, que significa “todopoderoso” en griego, era una de las representaciones más extendidas y en su iconografía se muestra a Cristo de forma mayestática, bendiciendo con su mano derecha y con el evangelio sostenido por la mano izquierda, mientras nos mira fijamente de frente con expresión severa que impone respeto. Esta imagen imponía respeto y temor, ya que la expresión de Cristo era generalmente severa y circunspecta, a pesar del gesto misericordioso de la bendición. La aureola o nimbo que rodea su cabeza está complementada por la cruz orlada, que es el símbolo de su pasión y que en el arte bizantino estaba reservada únicamente para esta representación. A los lados del nimbo se han inscrito las tres letras griegas “ómicron, omega y ny” que significa: “El que es”, es decir, el equivalente al nombre sagrado de Dios, cuya persona nos ha sido revelada, pero cuya esencia permanece inaccesible, tal como aparece en las sagradas escrituras. El Pantocrátor bizantino siempre iba vestido con una túnica de color púrpura, que estaba listada por una franja vertical de oro y todo él se ciñe con un manto azul. La púrpura y el oro eran atributos reservados en la antigüedad al Emperador y al ser representados en la imagen de Cristo ponen de manifiesto su realeza divina.