martes, 11 de noviembre de 2014
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
En contraste con las monarquías germanas, el Imperio Bizantino contó con una sólida organización política.
El imperio constituía una monarquía teocrática en la que el emperador o basileus era considerado el delegado de Dios en la Tierra y por lo tanto un personaje sagrado. Por eso fue el jefe de la Iglesia y com tal podía nombrar a los patriarcas. Al emperador se lo representó como a los santos con la cabeza rodeada por un halo de luz.
Con un poder absoluto, el emperador fue también el jefe supremo de la administración y del ejercito bizantino. Para su acción de gobierno contaba con tres instrumentos.
La burocracia civil, conformada por funcionarios que eran verdaderos pofesionales de la administración pública.
El ejército, muy numeroso, integrado por soldados de las más diversas nacionalidades. En las zonas de frontera la defensa se completó con los estratiotas, que eran soldados campesinos a quienes se les pagaba mediante la entrega de tierras.
La iglesia bizantina que a diferencia de lo que ocurría en Occidente, se encontraba subordinada al emperador. Esta característica se le conoce como césaro-papismo.